EL MUNDO

4 diciembre 2017

 

El placebo más caro del mundo

Marta Ley

 

La homeopatía llegó a España de la mano de la Casa Real. Los padres de María Cristina Dos Sicilias, cuando ésta era prometida de Fernando VII de Borbón, viajaron en 1829 a nuestro país con su médico homeópata, el doctor Cosmo M. de Horatiis, que presumía de ser "el primero en adoptar la homeopatía en Nápoles e Italia". Son las primeras referencias halladas sobre la práctica en España.

 

Años después, la hija de María Cristina y Fernando, Isabel II de Borbón, nombraría como médico de cámara al doctor José Núñez Pernía, también homeópata. Más tarde le otorgaría el título de Marqués de Núñez. Él mismo fundó el Hospital Homeopático que se alza hoy en el número 3 de la calle Eloy Gonzalo, en Madrid, donde Esperanza Aguirre celebraba en 2010 del "auge de la homeopatía frente a la medicina tradicional".

 

Este "auge" no ha sido bueno para el ex juez José María Illan. "Lo que estás haciendo es un suicidio", le dijeron en el hospital cuando, a raíz de su empeoramiento y tras un infarto de miocardio, supieron que había sustituido la medicación por productos homeopáticos. El ex juez había acudido a Ana María Gálvez Mirón, médico homeópata que lo mismo es dietista el Centro de Salud Milenium de Sanitas, que "especialista en Homeopatía, Medicina Psicosomática y Gerontología" en su oficina disfrazada de clínica en el barrio del Carmen, Murcia. Desde allí trata de explicar que "la investigación en homeopatía no es tan importante para alguien enfermo".

 

Gálvez es además la presidenta de la Sociedad Murciana de Homeopatía, que tiene su sede en el Colegio de Médicos de Murcia y su espacio en la web del organismo, dentro de la sección de "sociedades médicas". Hoy se enfrenta a la denuncia que la Asociación para Proteger a los Enfermos de la Terapias Pseudocientíficas (APETP), en colaboración con Illan, ha presentado ante la comisión deontológica del Colegio Oficial de Médicos de Murcia. Para este ex magistrado se trata del primer paso en su lucha legal contra la homeopatía.

 

Su batalla coincide con la de la consejera de salud de la Comunidad Valenciana, Carmen Montón: retirarle a la homeopatía la condición de "medicamento" que actualmente tiene. Montón escribió al Ministerio de Sanidad en julio de este año para solicitar que dicha supresión se lleve a cabo tanto a nivel nacional como europeo. "Aquello que no es ciencia no puede estar amparado por el sistema sanitario", sostiene. Unos días antes, en Reino Unido, país donde también la realeza ha jugado en favor de las pseudoterapias, el Servicio Nacional de Salud, con Simon Stevens a la cabeza, excluía la homeopatía del ámbito público por ser "en el mejor de los casos, un placebo" y un "malgasto de los escasos fondos" del sistema sanitario.

 

De nuevo en España, los homólogos de Montón en otras comunidades autónomas no han movido ficha, aunque preguntados por EL MUNDO, las consejerías de salud de Madrid, Asturias y Galicia coincidían en que el uso clínico de la homeopatía no está justificado. Las otras 15 consejerías prefirieron no responder. Por su parte, tras años de apoyo a la homeopatía, la Organización Médica Colegial (OMC), que representa a los colegios de médicos provinciales, creaba en marzo de 2017 el Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias, entre las que incluía la homeopatía.

 

Sin embargo, en el ámbito provincial la realidad es distinta. Del 60% que respondieron a EL MUNDO, dos colegios de médicos consideran justificado el uso clínico de la homeopatía, otros 23 están en contra y seis no tienen un posicionamiento claro. Entre los que no respondieron al menos cinco tienen vocalía de medicina naturista, integrativa u homeopática visible en su página web: Zaragoza, Valladolid, Valencia, Córdoba y Baleares.

 

“Las consejerías de salud de Madrid, Asturias y Galicia coinciden en que el uso clínico de la homeopatía no está justificado. Las otras 15 prefieren no responder

 

Los médicos de Tarragona, Barcelona y Asturias cuentan también con representación colegial para la homeopatía. Los de Navarra y Murcia no tienen secciones específicas pero sí promocionan la práctica o ceden espacios y promueven formación en torno a la misma. Así, la considerada pseudociencia por la OMC tiene presencia en el 20% de los colegios provinciales.

 

Entre los Colegios de Farmacéuticos tan solo nos respondieron un 20% y solo el de Pontevedra manifiesta claramente su oposición al empleo clínico de la homeopatía. En la mayoría de los casos, los titulados indican que al tener la consideración de 'medicamentos' los profesionales tienen la obligación legal de dispensarlos. Una posición en la línea de lo que expresa el presidente del Consejo Oficial de Colegios de Farmacia de España, Jesús Aguilar: "Está bien abrir el debate sobre la homeopatía pero, mientras sea legal, nuestra obligación es dispensarla. Igual que no podemos negarnos por razones de conciencia a dispensar píldoras anticonceptivas", recogía El País. En contra de esta postura, desde la plataforma de farmacéuticos a favor de la evidencia científica, Farmaciencia, argumentan que "vender homeopatía podría ser ilegal".

 

“Tenemos compañeros que a pesar de advertir de la inefectividad y riesgos de la homeopatía la dispensan si el paciente así lo requiere

 

No obstante, el vicepresidente de Farmaciencia, Roi Cal, advierte de que, "para ser justos", hay que distinguir entre aquellas farmacias especializadas en homeopatía de las que la dispensan sólo ante la solicitud de un paciente: "Incluso tenemos compañeros que a pesar de advertir a los pacientes de la inefectividad y riesgos de la homeopatía la dispensan si el paciente así lo requiere", apunta.

 

Tras el análisis de las respuestas recibidas y la revisión de las páginas web de los colegios de farmacia, para la cual prestó su colaboración Farmaciencia, se observa que en más del 30% hay presencia de homeopatía: son al menos 13 los que tienen sección colegial y otros cuatro dedican espacios o formación. Entre estos se encuentran algunos de los que tienen mayor número de representados, como los de Madrid, Barcelona o Sevilla.

 

La farmacopea española, por la que se definen las normas que deben cumplir los medicamentos tiene un capítulo dedicado a las preparaciones homeopáticas en el que se describen procedimientos para elaborar estos productos a base de "abeja doméstica", "ajo", "cobre" o "coca de Levante". Todo con mucha, mucha agua.

 

Sin embargo, son tiempos difíciles para las diluciones extremas: además de la nueva postura de la OMC, la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) se posicionó en contra aludiendo que los principios de la homeopatía "no son científicos". También lo haría después la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria y más recientemente la Real Academia Nacional de Farmacia alertaba sobre el "riesgo real" de que los pacientes prefieran tratamientos homeopáticos a los apoyados en la evidencia científica.

 

También el Consejo de Academias Científicas Europeas tomaba parte en septiembre al indicar que "los sistemas de salud no deben financiar ni los productos ni las prácticas homeopáticas mientras que no se demuestre su eficacia y seguridad mediante pruebas rigurosas". Estos son solo algunos de los principales posicionamientos contrarios a la práctica en la órbita científica española.

 

Ciencia 13.627, homeopatía 0: la regulación en España

El pasado 9 de octubre quedaba revocada la última autorización vigente de un medicamento homeopático en España: el Lycopodium Glóbulos 7 CH. Tras repetidas solicitudes, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) no ha querido responder sobre las causas de dicha suspensión temporal y cese de comercialización, que puede ser de oficio o a petición del propio laboratorio, saltándose la norma que obliga a facilitar el acceso público a dicha información. Fuentes del laboratorio fabricante, DHU, informaban a Redacción Médica de que ellos mismos habían tomado la iniciativa de la suspensión dado el "escaso retorno económico" del producto en el mercado. En cualquier caso, hoy en España hay 13.627 medicamentos autorizados y comercializados, de los cuales ninguno es homeopático.

 

¿Y el resto? Por ejemplo, si se ha lesionado y su médico le recomienda Traumeel S, sepa que el producto es uno de los 19.000 acogidos al Real Decreto 2208/1994, de 16 de noviembre, por el que se regulan los medicamentos homeopáticos de uso humano de fabricación industrial, a la espera de evaluación de la AEMPS 27 años después. La agencia no ha facilitado cuáles son estos productos pendientes, de qué laboratorios ni en qué fecha registraron su solicitud. Este Real Decreto, no obstante, determina un plazo de seis meses para comunicar al organismo competente su intención de adecuarse. El laboratorio Phinter-Heel S.A., que elabora el Traumeel, esperó 12 años: hasta el 25 de julio de 2001. La empresa ha declinado confirmar la información, pero tampoco la desmiente.

 

Además, la norma preveía la desestimación de la solicitud por silencio administrativo "transcurrido el plazo máximo [de 210 días] para resolver el procedimiento sin que haya recaído resolución expresa". Así, tanto Elena Campos, presidenta de la APETP, como el abogado Fernando Frías consideran que la permanencia en el mercado de los productos homeopáticos es "ilegal". "Es como si solicitas una plaza de aparcamiento y te permiten usarla mientras deciden; si finalmente acuerdan no concedértela ya no puedes aparcar, aunque antes te lo hubiesen permitido de forma provisional", aclara Frías. La Audiencia Nacional argumentaba en el mismo sentido en una sentencia emitida en 2012.

 

En 2007, un nuevo Real Decreto, hoy vigente, daría otro plazo de tres meses con la condición del pago de una tasa algo superior a los 80 euros para los productos que ya estaban en el mercado antes de la primera regulación. En caso de no hacerlo, éstos serían "retirados del mercado". Una vez más la afonía de la agencia no permite conocer si algún laboratorio declinó la oportunidad de adecuarse al marco legislativo o si algún producto fue retirado.

 

Su medicamento homeopático, en un sencillo paso

Aunque legalmente se consideran medicamentos, cuando se trata de homeopáticos la palabra siempre va seguida de "especiales". Es la concesión que hace la legislación española al hecho de que las condiciones para conseguir una autorización sean cuando menos más laxas o casi inexistentes en comparación con el resto de medicamentos. La legislación establece dos vías en función de si el producto tiene indicaciones terapéuticas o no. En el primer caso, el proceso que debe superar es el mismo que el de un medicamento normal, eso sí, "teniendo en cuenta sus cualidades homeopáticas".

 

No se sabe con exactitud qué implica esto ya que, hasta la fecha, la AEMPS no ha aprobado ningún medicamento homeopático con indicación terapéutica. Cuando hay ausencia de indicación terapéutica se les exige seguridad y calidad, pero no eficacia. Esto es: que sea inocuo.

 

Sin embargo, de los productos que actualmente están en el mercado y dada la ausencia de evaluación por parte de la AEMPS, tampoco hay constancia de que se haya probado su inocuidad. De hecho, se han dado casos en los que la AEMPS ha tenido que retirar productos homeopáticos por la aparición de efectos secundarios que han llegado a provocar la muerte. "Pasa más de una década para que una sustancia sea un medicamento. La delegación de confianza que hace el paciente en el sistema público nos obliga a decir que la homeopatía tiene que estar fuera del sistema sanitario", insiste la consejera de sanidad valenciana, Carmen Montón.

 

Pero pocos argumentos pueden contra el "a mí me funciona" que ha tornado en una corriente que lleva por nombre "amimefuncionismo". El argumento científico no niega un posible efecto de la homeopatía en el paciente, solo señala que, en el mejor de los casos, se trataría de un 'efecto placebo'. ¿Subestimamos su poder terapéutico? La predisposición a curarse es un factor clave y un placebo puede ayudar a generar una confianza mayor en la recuperación. Es normal sentir mejoría después de tomar un medicamento homeopático recetado por un médico. O después de tomar un sugus si éste viene avalado por un laboratorio farmacéutico.

 

Además, la homeopatía se centra en el individuo. "Es una especie de traje a medida que actúa de forma diferente para cada paciente", en palabras de Quirantes, lo cual facilita una relación de mayor confianza con el médico homeópata que con el de la Seguridad Social. En esta línea, el círculo de ciencia de Podemos apuntaba la necesidad de una "humanización de la medicina" para que la población no caiga en el engaño de las terapias sin validez científica demostrada. Para el ex juez Illan, su médico homeópata era "una persona querida". "No es el simple médico que te receta algo sino que habla contigo una hora y te da buenos consejos", cuenta. Aunque otros médicos le advirtieron del peligro, el empeoramiento de su enfermedad le obligó a jubilarse a los 52 años. Ahora sabe que, de no haber caído en el engaño, su suerte podría ser distinta.